Como ya hemos destacado en ocasiones anteriores, es importante ser cuidadoso y llevar a cabo una rutina, tanto diaria como a largo plazo, que asegure el buen cuidado diario de la piel.
Para ello tendremos que tener en cuenta unos cuantos pasos básicos que podrán asegurarnos una higiene diaria y un aspecto saludable.
La limpieza, como es normal, es el primero de los pasos. Es importante limpiar a fondo el rostro a diario, de forma que el maquillaje y la suciedad que se acumula en el día a día desaparezca y se quede la piel totalmente desinfectada.
Tonificar la piel es otro de los cuidados esenciales, ya que elimina cualquier resto de suciedad que haya podido quedar sobre la piel después de la limpieza y prepara la piel para recibir la crema hidratante.
El siguiente paso es la hidratación, extremadamente importante a la hora de mantener un aspecto joven y cuidado. Si la piel no está correctamente hidratada pierde elasticidad y firmeza, se agrieta y tiene un aspecto descuidado. Hay que tener en cuenta que la piel está compuesta por un 70% de agua y es importante mantener equilibrada esa hidratación.
No podemos olvidar tampoco ciertas pautas y consejos que deberíamos tener en cuenta si queremos prestar a nuestra piel el cuidado que se merece:
– Prestar atención especial a zonas más sensibles, como por ejemplo el contorno de ojos, ya que son más susceptibles al paso del tiempo.
– Proteger la piel del sol.
– Aplicar los tratamientos convenientes en función de cada tipo de piel.
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